Clases de artes marciales para mujeres

 
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«Un camino de mil millas comienza con un paso»

Si bien las artes marciales son para todos, la idea original del dojo fue la de crear un espacio pensado para la mujer, un lugar cálido y cuidado donde la enseñanza se dirige con mayor atención, dedicada a la forma de pensar y recibir información tanto como a los ajustes a la técnica necesarias según las diferencias en tamaño, flexibilidad y fuerza.

Las clases femeninas también brindan la oportunidad de introducirse al mundo de las artes marciales en un espacio tranquilo y un ambiente cálido para compartir con otras mujeres no solo una práctica, sino también un estilo de vida como comunidad.

Las técnicas que se aprenden en las clases para mujeres son las mismas que en las clases mixtas.

Aikido femenino.

Ofrecemos clases exclusivas para mujeres para brindar una mayor comodidad y una enseñanza dirigida al cuerpo y la mente de la mujer. El ambiente es cálido y sin presión, así cada alumna va aprendiendo a su ritmo, apoyada y cuidada por sus compañeras. No hace falta experiencia previa ni conocimiento de artes marciales. No hay límites de edad tampoco.
Walter Rodriguez

Walter Rodriguez

Sensei Aikido

Un amable pero poderoso hombre, Walter nació en las orillas del Río Paraná y se mudó a Buenos Aires cuando tenía 18 años. A los pocos años de practicarKarate, empezó a preguntarse cómo Steven Seagal podía hacer volar a la gente por los aires sin usar su fuerza. Atraído además por la idea de no competencia del AIKIDO, donde no tenés que probarte a vos mismo que sos mejor que otro, él dió sus primeros pasos en esta disciplina en 1997 y no se ha detenido desde entonces.

Kung fu femenino.

El kung-fu es una actividad física, psicológica y espiritual en la que procuramos llegar a la ausencia de la violencia en todas sus formas. Su objetivo es lograr la paz sin tener que usar la fuerza bruta. Sus principios filosóficos son varios, pero podemos destacar el de la antiviolencia, el respeto, resistencia, confianza, honestidad, humildad, compasión y la paciencia.

Los beneficios de físicos de la práctica del kung fu, además de la tonificación y elongación muscular, nos permite lograr una conciencia corporal.

Al lograr dominar nuestro cuerpo, la mente se siente más relajada, permitiendo mejorar nuestra concentración, pudiendo lograr objetivos, ejercicios que en un principio parecen imposibles se van haciendo posibles. Esto genera una satisfacción personal, que refuerza el autoestima. También ayuda a manejar la emociones, permitiéndonos controlar un ataque de ira o cólera; o a dominar una situación de miedo, pánico o peligro.

No se trata solo de “saber pelear” sino de tener la seguridad y la confianza en una misma para poder resolver los conflictos sin necesidad de usar la fuerza, poder prevenir una situación de peligro.

Zaida Frega

Zaida Frega

Sifu Kung fu

Como cualquier chica de Buenos Aires que busca hacer Artes Marciales, le dijeron que era cosa de varones. Y ella lo pospuso por años, hasta que fue a la Universidad y sintió que tenía energía extra que gastar y sucedió que apareció el Kung Fu. La profesora era una mujer llamada Lien Pham, y así Zai empezó allí. Dos años después, ella sumó el Tai Chi a su régimen, y entrenó en ambos mientras se graduaba de Diseño de Imagenes y Sonido. Empezó a enseñar cuando tenía 23 años y continúa sintiendo que tiene sentido el hacerlo.

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