Cuando iniciamos nuestro recorrido en el camino marcial aprendemos la etiqueta que se usa durante las clases. Como si fuera un idioma nuevo, aprendemos a saludar, a sentarnos, a caminar y nos vamos acomodando en el orden de este nuevo mundo que representa el tatami.

Este mundo tiene sus normas y su vestimenta adecuada a la batalla que libraremos con nosotros mismos durante la clase. Esa vestimenta, llamada “Keikogi” (equipo de práctica), introduce una variable en nuestras vidas que es el cinturón.

El cinturón en las artes marciales como el Aikido representa, entre otras cosas, un camino recorrido. El solo hecho de entrar en el vestuario, despojarnos de nuestras ropas habituales y ponernos el equipo, ya nos coloca en otro espacio interno.

El cinturón es aquello que nos mantiene unidos con nosotros mismos en momentos difíciles, es lo que nos mantiene enteros y nos vuelve a sostener en la determinación de seguir practicando frente a las adversidades; es el compañero mudo de nuestras dudas y de nuestras frustraciones; así como de nuestras alegrías, triunfos y evolución permanente.

Las graduaciones

Las graduaciones son el reflejo de cada etapa que atravesamos. Desde el inicio de nuestra práctica y a medida que vamos consiguiendo nuevos logros, la graduación cambia porque nosotros cambiamos al alcanzar nuestras metas; impulsándonos a mejorar día a día.

En nuestra escuela sólo los niños utilizan los cinturones de colores, ya que es una manera de que puedan animarse a seguir avanzando, motivados por los compañeros que comenzaron antes que ellos y así visualizar sus metas.

En las clases de adultos utilizamos el cinturón blanco desde que comenzamos hasta 1° Kyu. En 1° Dan pasamos al cinturón negro y al uso de la hakama (pantalón utilizado antiguamente por los samurái.)

De esta manera, al portar el cinturón blanco, aprendemos a respetar a todos los compañeros que tenemos adelante, sin prejuzgar sus conocimientos de acuerdo a la graduación que tengan. Así como en la vida diaria nadie carga sus diplomas encima, sino que descubrimos su esencia y saberes cuando nos relacionamos con ellos, en el tatami ocurre algo parecido.

Eso le da la posibilidad de descansar a nuestro ego y entender que podemos aprender de todos, tanto de los que recién empiezan como de aquellos que llevan años practicando este hermoso arte.

Usar el cinturón blanco implica tratar de conocer al otro por lo que es en esencia. El camino de las graduaciones en Aikido implica un recorrido personal, acompañado de los demás, pero que no compite con nadie, sino que crece con todos.

Las graduaciones y los colores

• 6º Kyu (Blanco): el blanco es el color de la inocencia y de la pureza, como el copo de nieve recién caído del cielo.
• 5º Kyu (Amarillo): el amarillo es el origen de la vida, representa la semilla que poco a poco se abre al conocimiento nuevo.
• 4º Kyu (Naranja): el naranja simboliza tanto la salida del sol como el ocaso, es el momento donde el alumno descubre que no es necesario demostrar nada a nadie, sino que la batalla se libra en el interior.
• 3º Kyu (Verde): el verde es el color de la primavera, representa una transición hacia el crecimiento, reflejando el despertar de las habilidades marciales desde lo interior hacia lo exterior.
• 2º Kyu (Azul): el azul simboliza la planta cuando madura, en su interior la sabiduría sigue creciendo y apunta hacia el cielo.
• 1º Kyu (Marrón): el marrón representa la fuerza física y el equilibrio mental. Es un color que regresa hacia el interior del alumno, a la tierra en la que crecen las raíces de su conocimiento, del mundo y de sí mismo.
• 1º Dan (Negro): el cinturón negro es el opuesto al blanco, aunque en realidad es el primer paso. El cinturón negro es el símbolo de la madurez y del dominio pleno de las técnicas marciales. Aquí es donde el camino recién comienza.

Estos son los cinturones de Aikido y aquello que representan. Deseamos que nuestros alumnos sigan avanzando en el camino de la sabiduría. Para aquellos que tienen curiosidad y aún no forman parte de nuestra comunidad los invitamos a conocernos y probar una clase.

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